La Blogocosa. El Blog de Fernando Checa
Estuvieron Aquí
27 enero, 2008
Todos los "pendejos electrónicos" estamos de enhorabuena. Arturo Quirantes acaba de poner a disposición de la comunidad de Internet la obra definitiva: Como sobrevivir a la SGAE

Bien escrito, con abundante mala leche y todas las citas necesarias para tener una visión perfecta de las sociedades de gestión de derechos, esos chicos que tanto se esfuerzan en conseguir que la cultura se encuentre protegida, a base de asustar y lanzar apocalípticos mensajes de destrucción.

La parte de contramedidas tecnológicas me ha parecido genial, tal vez porque, por desgracia, la historia de estos seres, tan preocupados por hacer la puñeta a millones de personas, ya la conocemos.

"No nos callemos. No sigamos teniendo miedo. Actuemos en consecuencia. Y seamos un poco más libres en cada paso del camino."

Enhorabuena Arturo, y gracias!

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Escrito por Fernando Checa García a las 9:41 p. m. | 0 Comentarios
24 enero, 2008
Hace años que soy un absoluto convencido del teletrabajo. Posiblemente porque si hay algo que odio en este mundo es encontrarme entre las paredes de un despacho, por grande que este pueda ser. De hecho, desde que comencé a trabajar, allá cuando acabaron los grandes proyectos (la Expo, las Olimpíadas, mi carrera...) siempre me pregunté qué sentido tenía pasar horas y más horas en una oficina.

Los argumentos a su favor son siempre similares: que si la socialización con tus compañeros, que si la mejor distribución de los tiempos de trabajo, que si el control por parte de la empresa... Argumentos contra los que no puedo dejar de rebelarme. Hoy, mientras hablaba con una alumna sobre el tema volvía a encenderme. Que me expliquen cuantas veces no podría estar en mi casa haciendo lo mismo, o mejor aún, trabajando, en vez de simular que lo hago. Mis compañeros no son mis amigos, y de hecho socializo mucho mejor con el mail. ¿Y acaso no pueden controlarme por mi trabajo realizado, no por las horas fingiendo el mucho trabajo que tengo?

Soy profesor y disfruto con la formación presencial, mucho más que con la on line, claro. Pero al final, siempre acaban exigiéndote que pases horas en las que "se te vea". No las que te dedicas a dar clase, ni las que dedicas a la atención al alumno, sino aquellas que dedicas a que tu figura se pasee durante horas sin fin en la Facultad, demostrando al mundo entero tus inmensas preocupaciones y la importancia de tu misión salvadora como estrella que ilumina el pasillo.


¿Por qué? No dejo de preguntármelo. La empresa ahorra si yo trabajo desde mi casa. Evita destinar un despacho para que pierda el tiempo, elimina las distracciones de cafés y más cafés, y lo mejor, tiene un elemento claro de control: hacerme trabajar por objetivos, claros, bien marcados y controlables... ¿o acaso no saben como hacerlo? ¿Será ese el problema?

Me encanta trabajar desde casa. Dar mis clases y volver a la comodidad de mi hogar donde realmente me convierto en un hombre multitarea (sólo así lo consigo), escribiendo un artículo, buscando información sobre otro, contestando mails, atendiendo el messenger, participando en un foro, posteando en mis blogs, descargándome música, escuchando Heavy Metal y tomándome una cerveza, todo, al mismo tiempo.

Jamás he llegado tarde a una entrega, mientras he teletrabajado. Y siempre he sido mucho más feliz. Y más económico. Más rentable. Más productivo. Pues bien, todavía soy un bicho raro. En fin, será que no tengo suficientes pestañas abiertas...

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Escrito por Fernando Checa García a las 12:38 a. m. | 3 Comentarios
16 enero, 2008
La otra tarde, volviendo de clase, llevaba la radio puesta, el programa La Ventana de la Cadena Ser, y me encontré escuchando una entrevista a Manuel Marín, el Presidente que ha sido del Congreso y que abandonará la política tras las próximas elecciones. Me pareció una entrevista absolutamente deliciosa, especialmente por la forma de hablar de Marín, por lo que dice y por cómo lo dice.

Hay momentos realmente emotivos y cuando terminaba de escucharla me propuse colgarla en Blogocosa en cuanto estuviera disponible. Realmente vale a pena. La primera parte del podcast es una revisión de algunos políticos que abandonan, como Labordeta, pero de verdad, a partir de la entrada del Sr. Marín, o como él prefiere que le llamen a partir de ahora, de Manolo, es tan cercana, tan interesante, que creo que más allá de ideologías políticas, merece la pena escucharla. Ojala todos los políticos fueran así...

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Escrito por Fernando Checa García a las 9:54 a. m. | 0 Comentarios
12 enero, 2008
Al menos un debate seríanecesario que nuestros candidatos se atrevieran a realizar en Internet. Me parece una iniciativa muy interesante la que se está planteando y que yo también quiero apoyar. Tanto el Presidente, Rodríguez Zapatero como Rajoy se están moviendo al entorno de la Web 2.0 y ya no resultan infrecuentes los blogs dirigidos por las dos fuerzas políticas más votadas de nuestro país, los perfiles abiertos en Facebook o incluso los escarceos en el (cada día más aburrido) mundo virtual SecondLife.

Por un debate en internet


Internet lo ha cambiado todo. Millones de españoles pasamos nuestras horas de trabajo y de ocio frente la pantalla de un nuevo mundo, y nuestros futuros gobernantes podrían aprovecharlo. Eso sí que sería una buena adaptación a la Sociedad de la Información.

Podéis solicitarlo haciendo Clic en la imagen o Aquí Mismo.

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Escrito por Fernando Checa García a las 8:49 p. m. | 0 Comentarios
05 enero, 2008
Día 5 de enero. Día de caos para los caóticos como el que suscribe. Para los que esperamos al último momento y para los que los regalos de Reyes acaban suponiendo una pesadilla del último momento. Aun así, siempre existe Internet. Y qué mejor que solucionar el regalo de mis queridos progenitores con un par de entradas para la ópera. Sí, ese espectáculo culto que mola regalar, aunque yo prefiera otro tipo de sonidos que no tienen nada que ver con dichos gorgoritos.

Tras revisar las diferentes opciones encuentro que La Traviata, la clásica ópera de Verdi, se representará la próxima semana en Madrid y que es posible hacer la compra on line a través de Entradas.com. Pues nada, en seguida está solucionado el problema y al menos mis queridos padres tendrán un regalo "de experiencia" de esos que tanto se llevan hoy.

Paseo y cañas. Y tras ellas parada en un cajero de Caja Madrid para imprimir las 2 entradas cuando surge el problema. El dispensador se queda sin tinta a mitad de impresión de la primera entrada, ticket que no llega ni a aparecer. Lo intento en otro cajero y sólo consigo imprimir una de ellas. La otra, supuestamente, ya está en mi poder.

Como no quiero ser el responsable de una crisis matrimonial, tras 40 años de feliz convivencia, mi tensión es horrible. Ummm, hay un teléfono, 902 para más señas, en el cajero. Rápida llamada con tres minutos de espera para recibir la contestación temida: "llame Ud. a esos señores y cuénteles el problema".

Segunda llamada, en este caso a los vendedores on line. Otros dos o tres minutos de espera y volver a contar lo mismo: "Mira, tengo una entrada pero he pagado 2. Las necesito para hoy. Mañana es Reyes, por favor, AYUDA". y ahí comienza la pesadilla: "pues no podemos hacer nada" "Váyase Ud. a la taquilla y proteste". "Resucite a Verdi y que le toque La Traviata en su casa" es lo que ha faltado para poner la guinda.

Nuevas llamadas, una, dos, tres, y hasta cuatro, a los estupendos 902, esos que un buen día se crearon para hacer compartir los costes entre la empresa y el cliente y, finalmente, tras protestas, amenazas con las plagas de Egipto y con quemarnos a lo bonzo frente a su sede, cinco horas después, ya tengo solucionado el problema y mi regalo de reyes a salvo en casa.

Ahora bien, ¿y si en vez de ser yo, y con la ayuda maravillosa de alguien que no deja que la pisen, hubieran sido mis padres? ¿6 llamadas a un 902? ¿Cabreos, gritos, una comida echada a perder? ¿Y todavía hablamos de web 2.0? Pues en el Comercio Electrónico seguimos en cuarto y mitad...

(Juro que pensaba publicar el nombre y apellidos del señor de entradas.com, que con una absoluta falta de comprensión y de tacto nos ha atendido. Pero dado que el espíritu de los magos de oriente me embarga, lo dejaré para ponerlo en la reclamación que pienso hacer en atencionalcliente@entradas.com. Afortunadamente en Caja Madrid me han vuelto a demostrar que la estulticia no tiene tanto que ver con las empresas sino con quienes trabajan a veces en ellas)

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Escrito por Fernando Checa García a las 10:14 p. m. | 0 Comentarios