La Blogocosa. El Blog de Fernando Checa
Estuvieron Aquí
26 marzo, 2008
Usé Wordpress hace un par de años. Y no le acabé de coger el gusto, las cosas como son. Lo abandoné y me pasé a Blogger, que hasta ahora me ha servido para decenas de proyectos relacionados con la blogosfera. Por supuesto que he "cacharreado" con Bitácoras.com, La Coctelera, Ya.com, Livejournal y no se cuantos más. Debe haber cadáveres blogosféricos míos a decenas en el éter de la web. Pero no he quitado nunca el ojo a Wordpress, viendo como cada vez más y más blogueros optaban por ese CMS.

Esta mañana me apetecía hacer un ejercicio con él, de forma que, cronometrando, he hecho una instalación de WP. Desde el momento de la descarga hasta su configuración base en mi servidor, 40 minutos. No está nada mal, pensando que, como muñón informático, habitualmente me acabo pegando con el dichoso config.php, los permisos de las carpetas y los errores tipo "pantalla azul de la muerte" aplicados al MySQL que me suelen dar los CMS "avanzados" tipo Joomla, Drupal o Elgg.

Tutoriales en la web hay decenas, así que no voy a repetir lo que está bien escrito y explicado. He usado el estupendo de Ayudawordpress. Más simple imposible. De forma que en pocos minutos ya tenía la instalación funcionando. En menos de lo que canta un gallo he cambiado la plantilla eligiendo un Theme de los miles que también se comparten por Internet, así que antes incluso de irme a clase ya tenía de nuevo un Wordpress funcionando.


Eso sí, mi preocupación durante la tarde iba por otro lado. Arrancar de cero es muy fácil, y no sorprenderá a ninguna persona que lleve tiempo trabajando en la blogosfera. Lo que me asustaba era la migración desde blogger. Había leído varias veces el ya clásico post de Blogstudio sobre la migración del de Luis Rull, y lo único que puedo decir es que me inspiraba muchísima pereza. E incluso había probado hacer una migración yo mismo con una instalación anterior y me había sido imposible. De forma que estaba en el mismo punto de partida: tengo un wordpress instalado pero me queda todo por hacer... Hasta que se me ha ocurrido probar el botoncito de importar y... !Voila! en menos de un minuto más de 300 posts con sus correspondientes comentarios importados y ordenaditos en la base de datos sin ningún problema.


En fin, que hay que quitarse el sombrero ante Wordpress y que yo también debía aportar aquí mi granito de arena dando jabón a una aplicación que comprendo que se haya convertido en la de mayor crecimiento entre los blogueros del mundo entero.

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Escrito por Fernando Checa García a las 8:58 p. m. | 5 Comentarios
24 marzo, 2008
Paso muchas horas leyendo blogs. Y muchas más navegando en Internet. La Tele se ha convertido para mí en un cacharro que sirve para proyectar DVD´s de vez en cuando, acompañar durante alguna comida y decorar monstruosamente el salón.

Pero de vez en cuando la miro. Más bien me trago algún programa de los que los que salpican una programación insulsa y absurda. Supongo que todos lo hacemos. Incluso me flagelo tragándome contenidos sonrojantes, de esos tan lamentables que hacen enrojecer simplemente con la mera mención a su visionado. Después de hacerlo suelo olvidarlos rápidamente, en mayor o menor medida. Lo normal es que le dedique el tiempo de atención que le dedico a los anuncios (salvo cuando los visiono trabajando), es decir, el de la memoria de un pez.

Pero también, a veces, me cabreo. Me mosqueo hasta la saciedad con algo que es tan sencillo evitar como mover el dedo en el mando a distancia. Con la serie de TVE, Fago, me ha pasado eso. Me he tragado dos capítulos y medio. El primero y el último completos. Creo que porque al no sentir la llamada de la penitencia semanasantil necesitaba hacer mi vía "crucis particular". Si no, no tendría otro sentido.

TVE consigue sorprender con sus trabajos. Siempre se recuerdan series memorables, no sólo las de hace décadas, añejas ya en el recuerdo, sino incluso en estos tiempos de tricornios televisivos, esa Desaparecida e incluso su spin off UCO, sorprendentes trabajos que convertían a la Benemérita en un cuerpo televisivo interesante a la par que novedoso.

Y he aquí que de pronto nos encontramos con Fago, la recreación de un crimen en proceso de investigación, a pocas meses del inicio del juicio. Una serie que tan sólo por la polémica de su "casi secuestro" prometía y que se ha convertido en algo tan absolutamente bochornoso que hoy entiendo mucho mejor qué es lo que tiene Internet, que lleva a hacernos olvidar las 625 líneas (todavía las tengo, si)


Una especie de sargento Arensivia risible, un teniente que resulta que es gay y está traumatizado por el asesinato de su "amigo especial", un alcalde que, según el "guión", se merece el destierro... Eso si nos fijamos en los "actores". Porque la dirección de los mismos, sus "líneas de diálogo", la fotografía, la música... Leche, hasta los anuncios en formato "2 bloques x 1", cortesía del ente público se hacen más entretenidos.

Estupefacto y aterrorizado por tamaña estulticia acudo a la blogosfera preguntándome si soy un bicho raro y me doy cuenta de que no, que muchos de los que huimos de la trasnochada "cajita de chorradas" pensamos lo mismo. Eso sí, 4 millones de espectadores me llevan la contraria. Es decir, todavía, pertenecemos a la minoría ¿Seremos demasiado exigentes o tal vez Internet nos nubla el sentido...?

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Escrito por Fernando Checa García a las 11:50 p. m. | 0 Comentarios
11 marzo, 2008
Un gran visionario. Cada día estoy más seguro de ello. Lástima que nadie se de cuenta. Resulta que chafardeando por la web llego al blog de Eduardo Collado (qué envidia de plantilla, leche, ¡es preciosa!) y a su vez referencia al de Carlos Terceiro. Ambos se hacen eco de una información publicada por Invertia, que a su vez cita a un estudio de Adesis, en la que se analiza la blogosfera corporativa, y en concreto la presencia de las empresas del Ibex 35 y sus blogs. Y da gusto ver como coinciden sus datos con los que yo publicaba en el mes de noviembre (leche, se me fue el de Abengoa). Lo dicho, soy un guru


... cuando analizo las empresas de nuestro IBEX 35, es decir, las 35 empresas españolas de mayor capitalización bursátil, ergo, las supuestamente más importantes, me encuentro estos datos:
  1. Abertis. Ningún blog. Un webcast en el que el Consejero Delegado presenta la compañía a los accionistas. Sí posee un canal RSS: http://www.abertis.com/es/rss.php
  2. Acciona. Ningún Blog ni canal RSS
  3. Acerinox. Ningún blog ni canal RSS
  4. ACS. Ningún blog ni canal RSS
  5. Aguas de Barcelona. Ningún blog ni canal RSS. Tampoco gran actualización de noticias
  6. Altadis. Ningún blog ni canal RSS. Un webcast con los resultados del primer semestre
  7. Antena 3. Ningún blog. Sí posee canal RSS: http://www.antena3.com/rss/web/html/rss/index.htm
  8. Banco Popular. Ningún blog ni canal RSS
  9. Banco Sabadell. Ningún blog. Ofrece canal RSS y la posibilidad de incluirlo directamente en un lector de Feeds mostrando los más importantes
  10. Banco Santander. Ningún blog ni canal RSS
  11. Banesto. Ningún blog ni canal RSS
  12. Bankinter. Ningún blog ni canal RSS
  13. BBVA. No blogs ni RSS en la web corporativa. Algún webcast aunque muy escondido. Sí algunos blogs en BlueBBVA, el producto creado para los usuarios más jóvenes: 4 blogs sin relación con el negocio: OT, música, viajes y Cine y TV
  14. Bolsas y Mercados Españoles. Ningún blog ni RSS
  15. CINTRA. Ningún blog ni RSS
  16. Enagas. Ningún blog ni RSS
  17. Endesa. Ningún blog ni RSS
  18. FCC. Ningún blog. Si posee canal RSS http://www.fcc.es/fcc/corp/esp/o_sdc_rss.xml
  19. Ferrovial. Ningún blog. Si posee canal RSS: http://www.ferrovial.es/rss.asp
  20. Gamesa. Ningún blog ni canal RSS
  21. Gas natural. Ningún blog ni canal RSS
  22. Iberdrola. Ningún blog ni canal RSS. Sí acceso a un webcast
  23. Iberia. Ningún blog. Sí canales RSS tanto en la web comercial como en la corporativa: http://grupo.iberia.es/grupoiberiaApp/RssXmlCorporativa?idioma=es_ES
  24. Inditex. Blog en Pull & Bear aunque poco actualizado. Presencia de Bershka en SecondLife. Massimo Dutti anuncian blog pronto. Ofrecen canal RSS en el web corporativo: http://www.inditex.com/es/feed
  25. Indra. Ningún blog ni canal RSS
  26. Inmobiliaria Colonial. Ningún blog ni canal RSS
  27. Mapfre. Ningún blog ni canal RSS
  28. NH Hoteles. Ningún blog ni canal RSS. No obstante sí han trabajado por fuera de su web corporativa en el blog Historias en Hoteles recientemente lanzado por Weblogs S.L y en sus Vive la Ciudad, que ya incorporan 5 ciudades españolas
  29. REE (Red Eléctrica Española). Ningún blog. Si ofrece canal RSS: http://www.ree.es/index_rss.html
  30. Repsol YPF. Blog de los mecánicos del Repsol Team.
  31. Sacyr Vallehermoso. Ningún blog ni canal RSS
  32. Sogecable. Blogs en Cuatro, Plus, CNN, Viajar, EP3…
  33. Telecinco. Ofrece diferentes blogs, unidos especialmente a Informativos Telecinco
  34. Telefónica. Ningún blog ni canal RSS.
  35. Unión Fenosa. Ningún blog ni canal RSS
En fin, resumiendo: salvo Repsol, NH Hoteles, mínimamente BBVA, Inditex y Telecinco, así como las empresas de Sogecable (Medios de comunicación estos últimos, a los que se les suponía... al menos), al resto de nuestras grandes compañías la blogosfera les importa un higo. No es que me sorprenda, puesto que la mayoría de sus webs no ofrecen interés ni para sus accionistas, pero no deja de entristecerme.

Sin duda, cuando en un comentario anterior se planteaba el miedo al blogging por parte de las organizaciones, éste se quedaba corto. Miedo no. TERROR con mayúsculas...
Da gusto ver un trabajo de investigación bien hecho y mejor referenciado, !Sí señor!...

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Escrito por Fernando Checa García a las 1:55 p. m. | 2 Comentarios
01 marzo, 2008
Estoy orgulloso de mis padres. Desde muy pequeño se obsesionaron por conseguir que sus cuatro hijos tuvieran la mejor educación posible. Eso significaba pelearse con nosotros para que estudiáramos, para que leyéramos, para que tuviéramos conciencia crítica. Mi propio padre se negó durante mucho tiempo a que entrara un vídeo en casa ya que consideraba que eso significaría terminar con las largas conversaciones sobre cualquier cosa y a cualquier hora. Nunca hubo en mi casa un sólo tema prohibido o tabú. Y la máxima con la que siempre me crié es la de disfrutar con la discusión, defender mis ideas y respetar las ideas contrarias, aunque no las compartiera.

Tuve la suerte de descubrir y comenzar a usar Internet en épocas muy tempranas. Aquella mágica ventana que se abrió para mí en el 95´me permitía multiplicar mis anhelos de comunicación. Podía discutir de forma bizantina con decenas de personas de todo el mundo y mi adicción a Grupos de News, Listas de Correos y Foros creció hasta el punto de que el día que la web avanzó hacia una nueva versión, incluso sin ser conscientes de ello, con la aparición de los blogs y otras formas de participación, fui feliz.

Volví a la Universidad después de unos años fuera de ella. Después de dedicarme a la consultoría me di cuenta de que lo único que me hace sentir bien es la conversación permanente, el placer de compartir pareceres, de discutir. La Universidad siempre ha sido para mí eso. E incorporé Internet a mi discurso off line, no podía ser de otra manera. Empujando, animando, pidiendo a mis alumnos que no pararan de indagar y participar en cualquier debate on line que vieran de interés. Con vehemencia, con pasión.

Y hoy, en medio de una Tesis Doctoral que aboga por la conversación empresarial con los clientes y el entorno, empiezo a sentir la cara negativa de la moneda digital. No en el caso de las corporaciones, no todavía, al menos. Sino en esos foros, espacios de discusión y blogs que cada vez más rapidamente se llenan de insultos, de gritos, de amenazas, de faltas de respeto ante los que piensan de forma diferente.

Por supuesto el aumento del número de usuarios de Internet tiene mucho que ver con ello. La Netiquette, aquel concepto tan caduco como la cantinela de "eso es una falta de educación", tantas veces oído, parece haber desaparecido, sustituido por el "soy libre de decir lo que quiero y como quiero, y tú, fascista, no eres quién para decirme lo contrario".

Fascista. Palabra que aterra simplemente con oírla. Usada simplemente para callar al contrario, como un puñetazo virtual o dialéctico, como un mantra legitimador. E insultos. Rojos, Fascistas, mezclados en un debate absurdo, sin respeto y sin otro fundamento que mostrar el "soy libre y digo lo que me da la gana".

En la Universidad se acalla a los políticos. Los políticos, a su vez, acallan a los periodistas lanzando su mensaje y sin aceptar críticas. En la calle la dicotomía entre unos y otros se dirime con insultos tendentes al mamporrerismo más atroz. Y en los foros y los blogs... los que pensamos en la belleza de la palabra, enrojecemos ante la vulgaridad del discurso.

Da igual que se trate de una discusión sobre si algunos los moteros no se comportan bien sobre el asfalto o sobre los descerebrados que deciden tomar las calles para denigrar al contrario. Es lo de menos si la discusión se produce en Meneame o en un foro de una cadena de televisión. El objetivo es gritar, vejar, ser el chulo, el matón de la clase, hoy virtualizada pero no por ello menos real.

Hemos conseguido que buena parte de nuestra sociedad use Internet para comunicarse. Y hemos logrado que se abran nuevas formas de intercambiar opiniones, de forma rápida y ubicua, aunque yo no dejo de pensar que nos ha faltado algo. La formación para evitar que un nuevo tipo de macarra tabernero se adueñe del discurso, pegue patadas en la boca ajena y se convierta en el estereotipo a seguir.

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Escrito por Fernando Checa García a las 11:46 a. m. | 1 Comentarios